Desacuerdo entre los discípulos de Sócrates:
La enseñanza de Sócrates, sin formar una escuela en el sentido propio de la palabra, dio origen a escuelas múltiples y muy diferentes entre sí, en relación con la manera de apreciar la enseñanza del maestro, y en relación también con el carácter y circunstancias especiales de sus oyentes.
Muerto Sócrates, sus discípulos sintieron profundamente que debían reunirse en comunidad de espíritus libres y fuertes capaces de mantener viva la gran verdad de la enseñanza socrática.
Antístenes se convirtió en uno de los seguidores más devotos y entusiastas y también más autorizados.
A la muerte de Sócrates, Antístenes no se movió de Atenas desafiando valerosamente el peligro de las posibles precauciones.
Antístenes abrió en la misma Atenas una escuela socrática, mas grave fue la reacción de los condiscípulos lejanos; nunca habían estado dispuestos aceptarlo como jefe de escuela. Hoy estamos acostumbrados a contestar con seguridad aún excesiva que el verdadero discípulo de Sócrates fue Platón.
Platón fue, si no el más fiel, sí el más genial discípulo de Sócrates.
También las llamadas escuelas socráticas menores tuvieron un notable peso en la historia del pensamiento, sea por haber constituido los canales naturales a través de los cuales el valiosísimo patrimonio de la enseñanza socrática llegó al estoicismo y epicureísmo.
Platón fue, si no el más fiel, sí el más genial discípulo de Sócrates.
También las llamadas escuelas socráticas menores tuvieron un notable peso en la historia del pensamiento, sea por haber constituido los canales naturales a través de los cuales el valiosísimo patrimonio de la enseñanza socrática llegó al estoicismo y epicureísmo.
CÍNICOS, MEGÁRICOS Y CIRENAICOS.
Aversión a Platón.
El principal y más importante representante de esta escuela fue Euclides, natural de una ciudad muy próxima a Atenas, Megara.
Dio una versión “eleática” del bien, pues lo identificaba con el uno, con lo que siempre es idéntico a sí mismo, no existiendo más que este bien exclusivo, dado que toda realidad está sujeta al cambio y a mutación continua.
Sólo la escuela megárica mantuvo durante varios años relaciones amistosas o casi amistosas con Platón.
La escuela cínica.
Destacan Aristipo y Antístenes. Probablemente, el nombre de “cínico” le vino porque defendía la vida natural como la llevan algunos animales amigos del hombre, o bien por el gimnasio donde enseñaba.
La escuela cirenaica.
Siguiendo principios diversos, fundamentalmente de carácter sofista, esta escuela destacó el aspecto aparentemente “subjetivo” de las sensaciones: no podemos conocer nada fuera de nosotros mismos ni afirmar nada, pues, por ejemplo, si a algunos un determinado elemento le parece blanco… para otros no lo será, o, al menos, no lo verán como nosotros lo vemos.
Los tres tuvieron en común sólo una cosa la aversión radical a Platón y el platonismo.
El desarrollo de la dialéctica socrática en sentido prevalentemente erístico con un marcado acento escéptico y nominalista.
Los cínicos fueron extremados defensores de la autarquía y de la autonomía entendiendo la libertad socrática no sólo como liberación del hombre de los instintos sino también de las leyes civiles que constituyen para él lazos artificiosos e innaturales.
Predicaron la superioridad del estado de naturaleza y la necesidad de abandonar los bienes y los usos de la vida civil (incluidos los bienes de la cultura, los ritos religiosos y la familia).
La escuela cirenaica fundada en Cirene por Aristipo tuvo como mayores representantes además de Aristipo a Teodoro el ateo y Hegesías. Protágoras no cree en la posibilidad de un conocimiento absoluto de la realidad y considera que sólo las sensaciones son veraces mientras que los objetos que producen las sensaciones no pueden captarse.
La escuela cirenaica fundada en Cirene por Aristipo tuvo como mayores representantes además de Aristipo a Teodoro el ateo y Hegesías. Protágoras no cree en la posibilidad de un conocimiento absoluto de la realidad y considera que sólo las sensaciones son veraces mientras que los objetos que producen las sensaciones no pueden captarse.
VIDA Y OBRAS DE PLATÓN
Platón nació en Atenas hacia 428-427 A.C. en una familia noble y rica y fue iniciado en la filosofía; luego ingresó al círculo de Sócrates y en él permaneció hasta la muerte del maestro.
Pero los que tuvieron mayor peso en la vida de Platón fueron los tres viajes que realizó a Siracusa.
Después de algún tiempo Platón cayó en desgracia ante Dionisio, fue expulsado de la ciudad y desembarcado en Egina que entonces entonces se encontraba en guerra de Atenas.
En el año 387, Platón fundó en Atenas la Academia, institución a menudo considerada como la primera universidad europea. Se daban materias como astronomía, biología, matemáticas, teoría política y filosofía.
Todas las obras de Platón, con las excepciones de las Cartas y de la Apología están escritas —como la mayor parte de los escritos filosóficos de la época— no como poemas pedagógicos o tratados, sino en forma de diálogos; e incluso la Apología contiene esporádicos pasajes dialogados.
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